ALTERNATIVA DEMÓCRATICA SINDICAL DE LAS AMÉRICAS Y EL CARIBE
Sindicalismo de valores
MANIFIESTO
Ante las acciones reiterativas de nacionalismo económico y las medidas anunciadas por el gobierno de Estados Unidos, la situación de los migrantes mexicanos en ese país y la ampliación del muro fronterizo, expresamos nuestro más enérgico rechazo y oposición frente a una política completamente opuesta al mejor espíritu de convivencia pacífica y mutua cooperación que debe existir entre países civilizados.
Para Alternativa Democrática Sindical (ADS) resulta inadmisible la argumentación de salvaguardar la seguridad de Estados Unidos e impedir la migración ilegal esgrimida por su Gobierno para sustentar la construcción de un muro de la infamia e implementar un reportorio ignominioso de medidas xenófobas. Estamos absolutamente convencidos que los 22 mil millones de dólares que cuesta esa obra deshumanizadora estarían mejor invertidos en la generación de centenares de miles de empleos mediante la construcción de viviendas, redes de alcantarillado, acueductos, expansión del servicio eléctrico y reactivar, de paso, la economía fronteriza, una de las más dinámicas de la región.
En el terreno económico, el Gobierno de los EEUU ha amenazado con imponer aranceles a las importaciones mexicanas para costear la valla fronteriza, bloquear las remesas que envían los mexicanos y salirse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que firmó con México y Canadá. Esa actitud de confrontación absurda de las relaciones internacionales refleja sin duda, la ausencia de un proyecto país por parte de ese Gobierno y un desprecio por los instrumentos universales de derechos humanos que han sido esenciales para el progreso civilista de las naciones democráticas.
Vemos con honda preocupación los posibles efectos de dichas medidas que amenazan no sólo a México sino a toda América Latina y a la clase trabajadora en general. Hechos como calificar a los migrantes indocumentados de “criminales”, impedir selectivamente (y contra el veto del poder judicial) la entrada al país a personas de 7 naciones, obstaculizar la liberación de inmigrantes ilegales detenidos, propiciar la deportación indiscriminada, y la eliminación de recursos federales para las llamadas “ciudades santuario” que dan abrigo a indocumentados, son señales claras de una visión contraria a los más elementales principios de derechos humanos y de valor de las personas.
Es inaceptable la desfachatez, la prepotencia y la arrogancia del presidente estadounidense al advertir que serán los mismos mexicanos quienes pagarán la construcción del muro a través del establecimiento de un arancel del 20 por ciento, con total menosprecio a la soberanía y dignidad de México. Hay que recordar que los Estados Unidos importó desde México 271 mil millones de dólares en 2016.
No menos preocupante es la advertencia deplorable del nuevo mandatario de acudir incluso, a la acción militar para resolver el problema migratorio ilegal, al margen de las directrices pacifistas de las Naciones Unidas cuyo sistema también pretende minimizar. Para la dirigencia sindical democrática, ninguna de esas medidas, al margen de la cooperación bilateral y multilateral, es la idónea para frenar el narcotráfico o el contrabando ante la gran demanda de estos productos a ambos lados de la frontera.
Lo que se puede colegir de esta actitud impropia de un gobierno civilizado es que el presidente ha gestado y embaucado a la sociedad norteamericana para declarar una gran hostilidad a México, a los trabajadores y a sus familias que resulta temeraria y peligrosa para la paz del continente y del mundo, violentando el espíritu integracionista de América Latina y el Caribe.
Nos identificamos plenamente con la reprobación generalizada que tales expresiones de discriminación y arbitrariedad política han desatado en América Latina y el mundo y rechazamos cualquier declaración que criminalice a la comunidad migrante que en su mayoría, se desplaza buscando mejorar sus oportunidades de vida y que con su trabajo y esfuerzo benefician a las economías y desarrollo de sus países de origen.
Las medidas económicas del nuevo presidente de los Estados Unidos están convirtiendo el sueño americano en una verdadera pesadilla para millones de inmigrantes que con su esfuerzo y trabajo, han contribuido al desarrollo de ese país.
Por todo ello, queremos dejar patente nuestro máximo compromiso sindical para respaldar toda alianza social y política democrática, nacional e internacional que los pueblos hermanos de los cinco continentes acuerden para enfrentar esta inaceptable y grave situación, la cual representa a todas luces, un retroceso para el desarrollo humano sustentable de nuestro continente.
Como dijo alguna vez el siempre recordado expresidente de México Porfirio Díaz: “pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”…
Comisión coordinadora continental
Bogotá D.C., Colombia 16 de febrero de 2017
0 comentarios:
Publicar un comentario